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El Domingo de Ramos amanecía resplandeciente de sol. Todo el pueblo se dirigía a la plaza, mientras repicaban las campanas de la torre de la Basílica. Sabían que Jesús, iba a entrar triunfante en el pueblo. Después de la procesión de las palmas, la gente se dirigió hacia nuestra Casa de Hermandad. Era realmente impresionante ver los pasos preparados para la Estación de Penitencia, a más de un hermano se nos saltaba la lágrima nada más asomarnos por la puerta y ver a Nuestro Padre Jesús del Ecce homo en su Sagrada Presentación al Pueblo en su paso y a María Santísima del Amor y la Misericordia bajo su palio. Las personas que le ofrecieron velas al Señor y a su Madre las encendieron para ver sus promesas cumplidas. El día se pasó lento y largo, ya que todos deseábamos de que llegara la hora. A las 20:00h ya estaba el patio de la hermandad lleno de costaleros poniéndose las fajas y preparando los costales. A las 21:00h el capataz Vicente Botella Tolmos pegaba tres golpes de martillo para dar las últimas ordenes a la cuadrilla y a continuación haría lo mismo la capataz de la cuadrilla de María Santísima, Mª Carmen Amorrich. Ya sobre las 21:20 aproximadamente la Agrupación Musical Señor del Monte de Guardamar hacia su entrada con la marcha "Al compás de la laguna", mientras la interpretaban, los costaleros ya estábamos debajo del paso disfrutando los sones. Llegó la hora, sobre las 21:30h el llamador sonaba para hacer levantar el paso y a ritmo de la agrupación el paso se acercaba a la puerta. De nuevo suena el martillo y esta era para salir a la calle, el capataz dedicó la primera levantá a los nuevos costaleros y a la voz de aestaes y a golpe de martillo el Señor tocó el cielo por primera vez el Domingo de Ramos desde su casa, el paso salió a la calle con esa elegancia que la cuadrilla le da y la agrupación interpretó el "Himno Nacional" y seguidamente "Señor del Monte". Para despedirse de los allí presentes, el misterio hizo una levantá a la música con la marcha "Amanecer en Triana". A continuación se disponía a hacer su salida el palio, con los sones del "Himno nacional" y "Virgen de la Paz". Mientras el palio regalaba dulzura, el misterio se disponia a cruzar el puente con la marcha "Costalero" y a continuación "Pasa la virgen del Refugio". El paso se adentraba en el casco antiguo de Aspe con los sones de "Alma de Dios", cabe destacar que la agrupación en esta marcha le añadió un lira, que la hacia más armoniosa y con un sabor más añejo si cabe que la misma marcha. El transcurso por la Plaza y por la Calle Mayor (Francisco Candela) fueron impresionantes, contando también con una joven saetera que en los balcones de la Calle Santa Teresa, dedicó una saeta al cristo y a los costaleros. Las costaleras de María Santísima, seguian al misterio meciendo a la Madre y haciendo ese elegante sonido con el palio que hace que nos parezca estar en un sueño a todo aquel que la ve pasar, pero en la Plaza Mayor el sueño se hacía mas bonito, primero el palio anunciaba su llegada a la Basílica con "Alma de la Trinidad" y para marcharse sonaron las notas de la marcha "Virgen de la Paz" al mismo tiempo que le caía una lluvia de pétalos. Cuando menos nos lo esperamos, el capataz manda la izquierda alante y la derecha atrás y a los sones de "Gitano de sevilla" el Señor se gira hacia su Madre que lo sigue apenada y llorando desde el barrio El Castillo. Las costaleras levantaron los aplausos de toda la Avenida de la Constitución mientras ponian el palio frente al misterio con "Hosanna in Excelsis" y seguidamente "Amanecer con Triana", en esta última, levantaron a nuestra Madre al cielo al mismo tiempo que rompía la marcha, con el poderío que caracteriza a nuestra cuadrilla de costaleras.
Y llegó el momento, la banda comenzó a interpretar "Caridad del Guadalquivir" y con mucho arte, mucha devoción y muchas ganas, los costaleros y costaleras hacian el "Encuentro" entre Jesús Presentado por Pilatos y María Santísima que llena de dolor, parece que en cada encuentro le dedique unas palabras a su hijo llenas de Amor y Misericordia.
Al finalizar, el paso comenzó a revirar para seguir camino abajo no sin antes cantarle otra saeta el padre de uno de nuestros hermanos costaleros.
Emocionantisimo fue pasar por en medio de la Agrupación a los sones de "La Saeta" con los aplausos de los allí presentes.
Al finalizar esta marcha, el paso arrió para hacer relevos con unos grandes amigos de esta cuadrilla y de esta hermandad, Sergio Pamies y Samuel Cela, componentes de la Agrupación Musical Señor del Monte de Guardamar que disfrutaron bajo las trabajaderas hasta llegar a la Casa de Hermandad, desde aquí, un enorme abrazo a los dos.
Ahora le tocaba a Ella, otra vez vuelta a su Barrio, tras su hijo, para hacerlo arrancó con paso firme y elegante con la marcha "Coronación de la Macarena".
En la madrugada ya del Lunes Santo, los pasos estaban en la calle frente a la Hermandad para realizar su entrada, primero entró el Señor, con una revirá elegante y poco a poco bajo los sones de "Mi Cristo de Bronce", mientras entraba el paso, el capataz nos mandaba paso atrás, pero sacamos fuerzas de donde no las habían, para romper por última vez de frente y despedirse del pueblo de Aspe.
La cuadrilla de mujeres lo bordó, mientras cantaban la marcha "Salve, Madre del Amor" y la mecia con mucho cariño como ellas saben a nuestra Madre para entrarla en su casa.
Sin duda, una noche inolvidable para todos.
El Viernes Santo fluyó con normalidad, por la mañana cabe destacar, el gran trabajo que se realizó en el Arco de la Virgen de las Nieves, pese al calor y el cansancio acumulado durante el recorrido la cuadrilla demostró el Amor a Nuetsro Padre Jesús del Ecce homo.
Por la noche María Santísima repartió Amor y Misericordia para todos y para los más necesitados a hombros de sus costaleras. Al llegar a la Casa de Hermandad algunos hermanos de la hermandad, sorprendieron con una petalada a la Virgen que arrancó el aplauso y las lágrimas de todos.
Desde este humilde blog, dar la enhorabuena y las gracias a los saeteros, la Agrupación Musical Señor del Monte de Guardamar, a la Banda de Música Santa maría Magdalena de Novelda, a todos los que presenciaron el andar de nuestros pasos por las calles de Aspe y animasteis a las cuadrillas con vuestros aplausos y en definitiva, a todos los hermanos de la hermandad porque esto es una gran familia y sin vosotros nada sería posible.
GRACIAS A TODOS.
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